Existen diferentes tipos de telas y texturas cuando vamos a comprar fundas para sofá, lo más importante que debemos tener en cuenta es el grado de resistencia al rozamiento. En general se sugieren telas arrancando los 22.000 ciclos. Cuanto más ciclos más firmeza tendrá la tela. Por lo que un valor recomendable de ciclos sería de 40.000, si es que ya se sabe que el sofá tendrá mucho uso. Obviamente de más está decir que los ciclos también serán los que marquen el precio de las fundas.
Además deberemos elegir entre fundas sofá naturales o sintéticas. Las naturales se caracterizan por ser muy confiables, ya que conservan las propiedades que las componen, como es el rozamiento, la frescura, la transpirabilidad. Un punto importantísimo es que son ecológicas, biodegradables y totalmente renovables. En algunos casos tienen un mínimo de cantidades de fibras sintéticas.
Entre los tejidos que recién nombramos, los naturales, está el lino como una de las mejores opciones para una funda sofá. Tiene gran caída, mucha elasticidad, siendo así muy adaptable y a su vez es muy resistente y deja una agradable sensación de frescura. En el caso del algodón deja un perfecto acabado sin arrugas.
Finalmente debemos tener en cuenta la decoración, ya que las fundas para sofá deben estar acorde al resto del ambiente.
Fundas para sofá
